Escribiendo sobre gustos

Dicen: "Sobre gustos no hay nada escrito". Y yo pienso: "Ya es hora".
Pero ya me doy cuenta de por qué no hay nada escrito sobre gustos. Y es que se trata de un de los mayores conflictos que se pueden proponer.

En primer lugar, Platón (por nombrar a un filósofo mundialmente conocido) afirmaba con rotundidad que existen verdades absolutas, y por tanto que existe lo que está bien, lo que está mal, lo justo y lo bello. Creo que más de uno ya está familiarizado con las ideas de este griego. El caso es que durante algún tiempo yo mismo pensaba que quizá era cierto lo que decía el hombre (y no sólo yo, estoy seguro que siguen existiendo platónicos) . Es más, a pesar de lo que voy a exponer, sigo teniendo dudas. Porque uno piensa: debe de ser verdad, que existe algo verdaderamente real y puro, pero imposible de alcanzar por completo por lo imperfectos humanos, porque si no, ¿cómo podemos estar seguros de que actuamos bien? Se supone que cosas como esas las sabes pero no sabes por qué. Simplemente piensas que són así.

Por otro lado, no hace falta ser un genio para darse cuenta de que todo el mundo tenemos gustos parecidos. Nadie los comparte al 100%. Sólo es necesario mirar una situación en que un chico pase por la calle, y dos amigas que se crucen con él: puede que les guste a las dos, o puede que a ninguna, o quizás guste mucho a una y nada a la otra. "Para gustos, colores". Sí, pero no es exactamente así. Más bien es por la educación (cuando hablo de educación siempr me refiero a familiar+social). Son las experiencias de la vida de un@ las que ya desde bien pequeño conforman lo que te gusta o lo que no (aunque con mucha dedicación se puede modificar). Lo que quiero decir es que es muy raro que a uno que le guste mucho el color rojo, de pronto deje de gustarle por otro. Cosas así me cuentan amigos con la música: "sí, antes me gustaba mucho esto, pero ahora no me gusta nada y escucho sólo lo otro". Explicación: La vida pasa por muchas fases en cada cual uno cambia sensiblemente poco a poco detalles de su personalidad. Pero si algo le gustaba antes, también le podrá gustar ahora.

Y lo que es mejor del ser humano (y aquí llego a uno de los puntos clave), que incluso algo que siempre creíste que odiabas puede llegar a gustarte. Aunque claro, esto no es tan fácil, porque nuestro cerebro se cierra y crea un ambiente negativo ante aquellas cosas que considera "que no te gustan". Con esto quiero decir que simplemente somos tan sólo nosotros l@s que nos limitamos, l@s que seleccionamos lo que queremos que nos guste y lo que no.

En resumen, que cada uno conforma sus gustos según quiere y según le viene dado a veces. No hay que darle más vueltas. Somos distintos y lo único que ocurre es que algo o alguien se pueda considerar más bello porque lo considere la mayoría. Mayoría que ha conformado esos gustos parecidos al haber vivido en ambientes similares.