10 agosto 2008

Saberlo todo o no necesitar saber nada.

Exacto amigos míos: ésa es la cuestión.
Las personas tenemos la necesidad innata frecuentemente de querer saberlo todo.
Este fenómeno puramente humano se manifiesta muchas veces de maneras distintas.
Existen los amantes de la cultura, esta gente insaciable de saber, pues piensan que el conocimiento alimenta sus mentes.
Otros son simplemente cotillas. Lo que vulgarmente se puede llamar querer saber porque sí. Porque encuentran entretenimiento en esto.

Pero a veces las barreras se superan y las personas se creen poseedoras del derecho a saberlo todo. He de añadir que esto me parece que ha venido en consecuencia de la evolución de la sociedad. En un mundo que todo es tan fugaz y donde a muchos nos han acostumbrado a tenerlo todo, no somos capaces de ser conformistas con lo que hay sino que exigimos que nos den lo que solicitamos (en este caso hablo de respuestas).
Porque, creo que no me equivoco si digo que cuando un@ quiere saber algo y no se lo quieren decir, le fastidia bastante.
Lo positivo que se puede sacar de esto es la lucha por conseguir saber lo que quieres, pero claro, si te lo dan todo fácil, pues lógicamente esa búsqueda nunca se realiza.

Dicho todo esto, ahora recuerdo... ¡cuánto daño hace a veces saber cosas que no quisieras saber! Alguna vez os ha pasado, ¿verdad? Por eso la duda está en si no será mejor poder vivir sin saber nada (o nada más que lo necesario exclusivamente, mejor dicho).

Yo no me sé decidir, la verdad, porque no encuentro razones sólidas para defender una postura u otra... pero los demás, ¿qué pensáis al respecto?

Gracias y hasta otra.

3 comentarios:

  1. ¡Hola!
    La verdad, nada que objetar a cómo has tratado el interés innato de la gente por el saber. Coincido contu opinión, y además me gusta la separación que has hecho entre saber-cultura y saber-cotilleos, inquietudes diferentes basadas en una misma raíz.

    Cuando uno quiere saber algo y no se lo quieren decir... bueno, la mayoría de la personas con las que uno se encuentra hoy en día son lo bastante predecibles como para poder extraerles información mediante la técnica del "Psicocandado" (investigar por tu cuenta y empatizando con la otra persona puedes deducir lo que quieres saber; luego se lo dices directamente y el 98% se derrumba).

    Yo me defino como amante de la verdad, por eso no me hace daño el conocer lo que ciertas personas piensan de ti o te han ocultado(te referías a eso, ¿no?).
    Hay quien dice que le encantaría vivir como los perros: comes, duermes, trincas y te pasas el día haciendo el vago, sin necesidad de estudiar ni saber nada. Lo único que les diría a esas personas es: "adelante, ¡nada te lo impide!".
    Pero yo he decidido aprovechar que he nacido humano, con capacidad para analizar y comprender el mundo que me rodea, e imbuirme de conocimiento. Es el sentido he decidido darlea mi vida, porque sólo sabiendo soy feliz, aunque algunas cosas que aprenda me causen disgustos. Nunca me he arrepentido de saber nada y animaría a todo el mundo a hacer lo mismo.
    Pero la sociedad actual suele buscar el placer antes que el conocimiento. Es lo que más me entristece del mundo en el que vivo.
    Pero... ¡qué demonios! Cada uno es libre de hacer lo que quiera. Cuando uno escoge un camino siempre encuentra compañeros de viaje con los que poder compartir experiencias en el largo camino del saber (o de cualquier otra cosa).

    Supongo que no hay razones sólidas para defender una postura, sólo la libertad de cada uno y lo que decidamos hacer con ella: saberlo todo, saber nada, o buscar un punto medio.

    Gracias a ti por plantear el tema y hasta ahora, porque me voy al tema del individualismo.

    ResponderEliminar
  2. Ah, por cierto, hay un libro llamado "Un Mundo Feliz", de Aldous Huxley, que toca el tema que expones, partiendo de la base de averiguar cómo es una sociedad idílica. Es un libro más bien corto y fácil de leer, aunque tiene bastantes referencias científicas (sobre todo, del campo de la biología, la física y la medicina).
    El libro presenta una sociedad futura en la que todos son felices. Los niños son preparados antes de nacer para entrar a formar parte de ciertas castas (obreros, industriales, investigadores o directores). Todos son educados para amar sus siete horas y media de trabajo. No envejecen a lo largo de su vida (aunque ésta dura sobre 60 años), y pueden dedicar todo su tiempo de ocio a jugar (son como niños en un patio, han conservado el espíritu infantil y se divierten simplemente jugando), a descansar, a comer o a participar en orgías. También tienen una droga legal, en tabletas (estilo Chocolate Nestlé) que les provoca un estado de placer absoluto.
    Lo único que deben pagar a cambio de este paraíso es que no se les deja leer a los clásicos de la antigüedad ni dedicarse a la investigación científica. Sólo juegos, banquetes, bacanales, películas y libros estilo cómic.
    Si has visto la película de Wall-E (más probable), se parece a el tipo de vida que llevan los pasajeros del crucero espacial pero con mucha más libertad (y libertinaje) y sin ser gordos.
    ¿Es éste mundo tan estable, sin guerras, sin hambre, sin enfermedades, tan controlado genéticamente, el mundo perfecto?
    Ésa es la pregunta que los protagonistas tratarán de resolver a través de agitadas experiencias.

    Creo que la novela te gustará. Está por internet, porque era un borrador del autor, quien (no estoy seguro) nunca llegó a publicarla. Si la lees, ya me dirás qué te parece.

    ResponderEliminar
  3. Ejem... como idiota, no había visto que ya has leído el libro.
    Entonces ya sabes de qué hablo. La mayoría de gente merece vivir como en el libro (serían más felices que en su vida actual, eso seguro).

    P.S.:¿Crees en la casualidad? ;-)

    ResponderEliminar

Haz tu aportación! Seguro que tienes algo que decir :) Gracias