La evolución del arte de la música en consumo.

Hoy en día todo el mundo sabe que la música es un negocio.

Pero no todos son conscientes del por qué, ni de lo que ello supone.

Antiguamente bien es cierto que los músicos usaban su habilidad artística para poder vivir en primer lugar. Pero además, unos cuantos se preocupaban por llevar su originalidad artística un poco más allá cada vez.

Actualmente la sociedad está sumida en un vórtice de consumo, que lo que pide en cuestión de material musical es producto nuevo continuamente. Masivamente diría que importa más la cantidad que la calidad. Prueba de ello es que se llevan haciendo canciones pop, rock, etc. con la misma estructura durante hace más de 30-40 años y la gente sigue tragando con lo mismo. Y lo que es peor, cualquier cambio experimental, no sería bien visto por la voraz masa, y por tanto por los que se encargan de que nuestra música suene más allá de nuestro estudio (eximiendo algunas excepciones, como Lady Gaga, o otros tipos de música minoritarios). Todo esto hablando siempre desde el punto de vista artístico-innovador.

Y es que es tal la asimilación por parte de la sociedad de todo esto, que tanto la gente de a pié como muchos músicos y compositores de hoy día, están completamente condicionados al escuchar/componer su música a buscar y encontrar ese mercado que la demanda pide, y se ven limitados a ello. Muchas veces sin darse cuenta. Ya sea por ignorancia o por falta de creatividad, cualquier melodía, por ejemplo, que sale de nuestro teclado u ordenador repetida 3 veces y variada la 4ª con un acompañamiento de I-VI-IV-V parece ya una idea original y perfectamente válida. Cuando todos honestamente sabemos que eso está más que re-re-reinventado y explotado (aunque como se demuestra, no hasta su máximo exponente). Lo cierto, es que como ya he dicho, no sólo parece válida, sino que lo es para el mundo actual.

Y este es un punto que me parece bastante triste, ya que esto significa la poca exigencia de la gente a la música, el poco refinamiento de los gustos de la gente (incluidos muchos músicos), etc. Bueno, una aclaración, los gustos son siempre respetables y cada uno decide los suyos. No critico eso. Lo que critico es que hayamos llegado a este punto en que los gustos masivos tengan un listón de bajo perfil.

Entonces llega el momento de responder a las preguntas planteadas al inicio. El por qué, y qué implica.

El por qué es simple, pero bastante fuerte. Y la mayoría de los que lo sabemos hacemos la vista gorda. Cada vez hay más “mierda” por así llamarlo, en la era de la información. Claro que producto de que cada vez haya mucha más información, opciones de ocio, etc Pero ello supone que el porcentaje, de cosas realmente importantes o valiosas disminuya. Quiero decir, que por desgracia hay mucha ignorancia en este mundo. Muchas personas tan sólo son marionetas del sistema y tragan con todo, y sucumben a todo. Es por ello que la sociedad del consumo lleva a que para llegar a todo el mercado, la música tiene que ser entendible por el mayor número de personas posible. Dicho de otra manera, el nacimiento y éxito de la música pop (que luego evolucionará en todas las ramas que ahora existen) se debió a que el pueblo podía entender y por tanto disfrutar mucho más fácil de este tipo de música que de la música “culta” que se ha hecho en el s.XX. Lo cual es perfectamente comprensible, ya que los compositores clásicos exprimieron tanto la música que llegó a unos niveles muy difíciles de digerir e incluso yo creo que hasta en ciertos casos inteligibles para el resto de humanos. La respuesta fue la natural supongo, la gente que no le gustaba o no entendía dicha música quiso hacer una más adecuada para ellos.

En otro siglo, entender de arte era símbolo de persona culta, la gente que quería ser distinguida aprendía a entender la música (ya sea clásica, romántica…), la pintura, la arquitectura, la escultura, la danza, y/o la literatura. Esas son las 6 artes clásicas, pero la cinematografía, llamada a ser el séptimo arte, también sufre hoy en día del mismo mal y decadencia (a pesar de que es la más aceptada mundialmente, sobre todo porque es la que más se ha adaptado a estos tiempos y por ser más completa que las anteriores).

Pero hoy en día se ha cambiado social-masivamente el concepto de arte, y la sociedad ha asumido como arte lo que en realidad les han vendido como comercio. Se ha buscado que todo el mundo pueda acceder a un arte y para eso se ha devaluado. La sutileza del arte ha quedado simplemente para pocos curiosos que quieren conocerlo por voluntad propia.

Todo esto supone que vaya a más de esta manera. Pues la masa arrastra todo y a todos. Esto supone que se considere socialmente que por ejemplo una canción de “reggaetón” se valore más que una sinfonía de Beethoven (ya que ganan más que las orquestas que las interpretan y graban) y que su letra sea considerada mejor (o más aceptada) que un poema de Federico García Lorca. Con todo el respeto hacia todas las músicas y gustos, nadie puede negar el nivel de elaboración, de esfuerzo que llevan una cosa y la otra. Y en mi forma de pensar, un mayor esfuerzo suele dar mayor resultado.

Lo justo sería que se reconociera así, y por desgracia no vamos encaminados hacia ello.

Quiero dejar claro que, en mi opinión, el arte es algo que debemos valorar y proteger muchísimo, es muy exclusivo y siempre así lo ha sido, sólo unos pocos, los más genios, han podido vivir de su arte, y lo más importante, aportar algo importante a la humanidad. Hoy en cambio la sociedad del "estado de bienestar" (muy entrecomillas) en la que vivimos permite que se pueda vivir de algo que llaman arte y escasea de él mismo.

Aclaro que me resulta tremendamente atractivo que con los medios que disponemos cualquiera pueda ser capaz de crear música fácilmente. Pero eso no debe suponer que cualquier cosa que de ahí salga sea válida. Y si cada vez dejamos pasar más cosas de las debidas, la música como arte, pierde.

En conclusión, quiero enviar una reflexión a toda la comunidad de oyentes, de músicos, compositores, da igual clásicos, que modernos, que escriban en partitura o en Cubase:

“Si de verdad amas la música, dale lo que se merece. No te conformes nunca con lo simple, con lo burdo. Preocúpate por refinarte, sin menospreciar el valor y poder de la sencillez. Sed honestos con vosotros mismos, y no dejéis que la música esté al servicio del mercado y esclava de la masa social, sino para la gente y sobre todo para nosotros mismos.”

Es evidente que a todos nos gusta que nuestra música se escuche por cuánta más gente mejor. Pero creo que hemos de valorar más la calidad de la gente que nos escucha que la cantidad. Y en ningún caso prostituirla, ni por dinero ni por público.

Mi profesor de historia del arte me enseñó que el arte es una expresión estéticamente lograda en la que se refleja una cultura. Supongo que por eso el arte que tenemos es el que es, porque la sociedad, nuestra cultura, es la que es. Pero de todo y cada uno depende que cambie.

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PD. Abierto estoy a las críticas.